Cápsula Informativa: Rejuvenecimiento facial con rellenos y bioestimulación
El envejecimiento es un proceso dinámico. Cada persona lo padece de forma diferente en función de su carga genética y de su estilo de vida.
Existen dos tipos de envejecimiento. Por un lado, el envejecimiento intrínseco o cronológico, que es aquel producido por el paso de los años por tanto no podemos prevenir, y por otro, el envejecimiento extrínseco que ocurre debido a factores ambientales, sobre este tipo de envejecimiento es donde podemos actuar para disminuir el efecto del paso de los años en la piel.
Nuestro rostro cambia de forma, alargándose y haciendo que el triángulo de la juventud se invierta. La flacidez es la responsable de la pérdida del volumen facial. Si empiezas a ver estos cambios en el rostro de tu paciente, hay tratamientos que le ayudarán a revertirlos.
Los materiales de rellenos o fillers, también conocidos como rellenos dérmicos o implantes inyectables, son sustancias que se introducen en la piel o los tejidos blandos con el objetivo de aumentar su volumen.
Tipos de Relleno y bioestimuladores
Las principales indicaciones de los materiales de relleno son el rejuvenecimiento facial, la restauración de volúmenes y la mejoría del contorno facial.
La restauración de la pérdida de volumen que aparece con el envejecimiento devuelve un aspecto más juvenil.
En 1893, Neuber utilizó grasa autóloga para aumentar los tejidos blandos. En 1977 se comenzó a utilizar colágeno bovino, el cual recibió autorización por parte de la FDA en 1981. Fue el primer material inyectable autorizado para el aumento de tejidos blandos. En 1934, Meyer obtuvo ácido hialurónico de ojos de vacas. Endre Blazs utilizó por primera vez en 1942 el ácido hialurónico con fines comerciales, obteniéndolo de la cresta de los gallos. Según la Sociedad Americana de Cirugía Plástica y Estética, el ácido hialurónico es el más utilizado actualmente como relleno dérmico. Más del 85% de los materiales de relleno se realizan con ácido hialurónico o derivados.
Indicaciones
La Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado los rellenos dérmicos para:
- Corrección de arrugas y pliegues cutáneos faciales.
- Cicatrices de acné.
- Restauración o corrección de las marcas de pérdida de grasa facial (lipoatrofia) en personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
- Aumento de labios y mejillas.
- Aumento de volumen de las manos.
Las contraindicaciones generales para el uso de rellenos son:
- Infección local.
- Tratamiento con antiinflamatorios
- Tratamiento con anticoagulantes.
- Enfermedades autoinmunes.
- Alergia a compuestos.
Un material de relleno ideal debería tener las siguientes cualidades:
- Seguro e hipoalergénico.
- Fácil de almacenar y distribuir.
- Inyectable en poco tiempo.
- No doloroso al inyectarlo.
- Permitir al paciente hacer vida normal inmediatamente.
- Resultados naturales.
- Resultados duraderos.
- Fácil de retirar si fuera necesario.
Clasificación
Los materiales de relleno se pueden clasificar en función de su tiempo de permanencia en el tejido, en temporales y permanentes (ver en tabla inferior).
Los materiales temporales los reabsorbe el organismo. Su efecto dura entre 3 y 24 meses. Se dividen en temporales de corta duración (3 a 12 meses) y temporales de larga duración (15 a 24 meses).