Una de las preguntas que más hemos recibido…
Seguramente en más de una ocasión como dueño de tu propia consulta, clínica o prestador de un servicio profesional, te has visto en la disyuntiva de cómo puedo tarifar mis servicios o cuánto debo cobrar por un tratamiento nuevo, ya sea, por un producto que se incorpora al mercado; o, porque la técnica es novedosa y más segura y representa una ventaja diferenciada respecto a lo que existe en el mercado (importante es que el cliente perciba y aprecie estos elementos como un beneficio por el cual esté dispuesto a pagar más).
Si estas condiciones se cumplen te encontrarás con mucha información en internet de cómo llegar a un precio adecuado como por ejemplo:
1.-COSTO POR HORA (TARIFA) Con base en LA CANTIDAD Y TIPO DE TRABAJO A REALIZAR.
2.-COSTO PROMEDIO SEGÚN EL MERCADO O COMPETENCIA.
3.-SEGÚN EL TIPO DE CLIENTE O MOMENTO
4.-PORCENTAJE DE INGRESOS ADICIONALES GENERADOS O EFICIENCIA.
5.-COSTO O TARIFA POR PROYECTO O TRABAJO REALIZADO.
De todas estas clasificaciones y metodologías de cómo tarifar les recomendamos la número 5: Costo o tarifa por proyecto por proyecto o trabajo realizado.
Tomando siempre en consideración 3 aspectos:
1. Nivel de especialización y experiencia.
2. Precio promedio de mercado (según contexto de la comuna o ciudad).
3. Nivel de demanda esperada constante.
En este modelo se fija un valor competitivo con base en la capacidad propia comparada con las disponibles en el mercado y la percepción de escasez de la misma para cumplir una tarea o tratamiento específico. Así, se supera la barrera de la eficiencia impuesta por la tarifación por horas, ya que, un Doctor puede ser capaz de ejecutar una tarea o proyecto en mucho menor tiempo que otro y el ingreso no depende del tiempo, sino, del cumplimiento (calidad del tratamiento, nivel de servicio recibido, posventa)
Ningún cirujano gana por hora, de igual forma un jardinero tampoco lo hace, su valor está en la calidad de ejecución de tareas y proyectos específicos, con el factor diferencial de quién realiza la acción y el tipo de resultado que produce.
Si bien, el análisis se ha centrado en tratamientos puntuales o servicios específicos, es recomendable implementar el mismo análisis definiendo nuestro punto de equilibrio por gestión mensual. En el cual establecemos todos nuestros costos fijos y variables promedio (Valor, insumos, marketing, entre otros) y los dividimos por la cantidad de horas reales de trabajo que ejecutamos (o podemos efectuar), valor al cual se aplica un factor (Usualmente 1.5, 2, 3 o más) para establecer el valor por hora con niveles totales de ingresos deseados o esperados.
El análisis para determinar la rentabilidad va mas allá de la variable precio, cómo puede ser, el momento de inversión e imputación correcta de los costos.
Es por esto, que dejamos un artículo del profesor Reinaldo Sapaj, quien personalmente estimo y considero un muy querido mentor, allí expone y ejemplifica de forma muy didáctica el cómo determinar el punto de equilibrio, en un caso de estudio que es perfectamente extrapolable a una clínica de estética.
http://sapag.cl/como-calcular-
la-rentabilidad-basica-del- negocio-y-la-cantidad-minima- a-vender/
Esperamos que sea de su agrado y nos compartas si deseas que hablemos más sobre estos temas.